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Caminar con las Plantas: una mirada desde la experiencia

  • Writer: Xavier Rubio Val
    Xavier Rubio Val
  • 20 hours ago
  • 8 min de lectura

Medicinas de la Tierra

Introducción

Este blog nace desde una necesidad real: la de compartir una visión honesta y cercana sobre las medicinas ancestrales con las que he caminado durante años.

Sé que este es un tema delicado. Las medicinas de la Tierra —ayahuasca, tabaco, sananga, y muchas otras— se están extendiendo con rapidez, pero también con mucha confusión. Hay información desde muchos lugares, con diferentes intenciones y niveles de profundidad.

Lo que quiero ofrecer aquí no es una verdad absoluta, sino mi experiencia personal. Lo vivido en el cuerpo, en el alma, en los procesos de transformación que estas medicinas han abierto en mí. Y al mismo tiempo, quiero traer contexto, estudios, referencias que ayuden a sostener una mirada seria, integradora y consciente.

Hablaré también de los viajes que hice a Perú, del aprendizaje con pueblos originarios como los Shipibo, de lo que entendí del inconsciente y de los mensajes que se revelan cuando uno se entrega al proceso con respeto y presencia.

Este blog es palabra sembrada.Un lugar para recordar lo esencial.Y quizás, para sanar un poco, entre todos.


Viaje a la Selva del Perú

El aprendizaje originario a través de las plantas maestras

Mi camino con las medicinas comenzó en la selva del Perú. No fue un viaje turístico ni espiritual en el sentido superficial: fue una llamada profunda, de esas que no sabes explicar del todo, pero que el cuerpo entiende.

En la selva, el aprendizaje no llega con libros ni discursos. Llega a través de la escucha, del silencio y del cuerpo. Llega a través de las plantas.Lo que me fue enseñado allí fue que el verdadero conocimiento no se impone, se revela.Y se revela cuando tú haces espacio para recibirlo.

Las dietas: el camino de aprendizaje con la planta

Los pueblos originarios de la Amazonía —como los Shipibo, con quienes compartí parte de este proceso— enseñan a través de la experiencia directa con las plantas maestras, a través de lo que llaman “dieta”.

Una dieta es un compromiso con una planta.Es entrar en un espacio de aislamiento, silencio y purificación, donde dejas fuera los estímulos, las palabras, el mundo externo… y abres el cuerpo y el alma para que la planta trabaje contigo.No se trata solo de ingerir un preparado. Se trata de entrar en relación con una inteligencia viva.

He tenido la oportunidad de trabajar con plantas como:

  • Renaquilla, que entra profundo en las capas del alma y la estructura energética

  • Chirixanango, que fortalece y enseña desde el corazón

  • Bovinsana, una medicina del amor y la ternura

  • Piñón colorado, que limpia y alinea desde lo físico y lo emocional

  • Y muchas otras, cada una con su carácter, su espíritu, su lenguaje

Durante las dietas, la planta entra en ti y te empieza a mostrar. A veces en visiones, a veces en sensaciones, a veces en sueños. Otras veces simplemente en la forma en que sientes y caminas después de estar con ella.

El saber oral y el acompañamiento del maestro

Nada de esto se hace solo. Aunque la dieta sea en soledad, el aprendizaje está guiado por los maestros.Los maestros nativos, con los que he tenido la suerte de aprender, no enseñan desde el ego. Enseñan desde la presencia, desde lo que vivieron y encarnaron, y desde una sabiduría que pasa de boca en oído y de mirada a mirada.

Te van mostrando cómo se canta, cuándo se habla, cuándo se calla.Cómo sostener un espacio.Cómo entender cuándo una planta está trabajando contigo y cuándo no.Y sobre todo, cómo caminar con humildad.

Ese conocimiento no se impone: se ofrece. Y si estás dispuesto a escucharlo, te transforma.



Lo que se abrió en mí

El trabajo en los sueños, en el inconsciente y en la energía

Lo que viví durante las dietas en la selva no fue solo físico, ni solamente emocional. Fue una apertura total del campo de la conciencia.Las plantas maestras, cuando se toman con respeto y bajo guía, no solo actúan en el cuerpo: entran en el inconsciente, en los sueños, en la percepción del alma y de la energía que nos rodea.

Durante las noches de dieta, el mundo onírico se volvía muy activo. Aparecían imágenes, símbolos, mensajes. A veces eran claros, otras veces no tanto. Pero había una fuerza que me mostraba sin filtros. Lo que había escondido, lo que no quería ver, lo que dolía… y también lo que estaba listo para florecer.

Las visiones llegaban en estados de expansión, pero también durante los sueños o en momentos de silencio total. Aprendí que la medicina no termina cuando termina la ceremonia: sigue trabajando, a veces días, semanas, incluso meses después.



Un viaje hacia las sombras

Las dietas fueron un proceso de confrontación muy profundo.Las plantas no me dieron respuestas fáciles. Me llevaron a ver mis miedos, mis bloqueos, mis patrones. Me mostraron lo que había quedado atrapado en la sombra, lo que arrastraba sin saber, lo que necesitaba reconocer para liberar.

Este proceso no fue solo psicológico. Fue energético. Había una sensación muy real de limpieza, de desprogramación, de liberación.Cada toma, cada día en silencio, cada momento de escucha con la planta, abría un espacio nuevo dentro de mí.

El mundo energético y la conexión con lo invisible

Lo que más me marcó fue entender que hay un mundo energético tan real como el físico. Un mundo de vibraciones, de campos sutiles, de formas que no se ven con los ojos pero que se perciben con todo el ser.

Las plantas me ayudaron a percibir eso. A sentir la energía de una persona, de un espacio, de una palabra. A entender que lo que vemos es solo una capa, y que hay un entramado más amplio, que ya entra en lo que algunos llaman el campo cuántico.

En la selva, todo está vivo: los árboles, los sonidos, el agua, la noche.Y en ese silencio profundo, aprendí que la sanación no es solo aliviar un dolor, sino recuperar la conexión con la totalidad. Con uno mismo, con los demás, con la tierra y con lo invisible.

Este trabajo no se explica. Se vive.Y lo que se abre, cuando se abre de verdad, no vuelve a cerrarse del todo.

El contexto actual en España

Entre la expansión y la responsabilidad

Lo que está ocurriendo con la ayahuasca y otras plantas maestras en España es, a la vez, una bendición y un gran desafío.

Por un lado, es profundamente positivo que las medicinas de la Tierra estén llegando a tantas personas, que haya un movimiento de búsqueda, de sanación, de conciencia. Que ya no haga falta cruzar el océano para sentir el llamado. Que aquí, en Europa, muchas almas puedan acercarse a caminos que durante siglos han estado ocultos o desacreditados.

Pero por otro lado, la expansión rápida y sin raíces ha traído consecuencias serias.

Durante los últimos años, la ayahuasca vivió un auténtico “boom” en España. Y con esa ola, también llegaron las distorsiones. Personas sin la preparación adecuada, sin haber pasado por un proceso profundo de formación ni sostén, comenzaron a ofrecer sesiones. A veces con fines económicos, otras por desconocimiento o necesidad de reconocimiento. Pero el resultado fue el mismo: malas praxis, desinformación y riesgo real para quienes confiaban con el corazón abierto.

He visto cómo esto ha hecho daño. Cómo personas sinceras, que llegaban buscando sanación, salían más confundidas o heridas. Y también cómo esa falta de integridad mancha el nombre de quienes sí se han preparado con respeto, con humildad, con compromiso hacia lo ancestral.

Llevar una medicina no es un rol. Es una carga sagrada.Es sostener procesos humanos muy delicados. Es caminar con una planta, con un linaje, con una responsabilidad que no tiene atajos.

Por suerte, el tiempo va poniendo las cosas en su lugar.Muchas de las personas que ofrecían este trabajo desde lugares superficiales han ido cayendo, porque este camino, si no se sostiene con verdad, te muestra tus límites. La medicina misma lo revela.

Pero aún así, persisten prácticas muy cuestionables:Eventos masivos donde se ofrecen varias medicinas en la misma sesión, como si se tratara de un menú; retiros que parecen festivales, donde se pierde el silencio, el cuidado, la escucha; y una cierta cultura de consumo espiritual que transforma la medicina en producto.

Esto no honra el espíritu de las plantas.

Aun así, hay luz. Hay caminos verdaderos.Hay personas aquí, en España, que trabajan con sabiduría, respeto y una ética firme. Que han pasado años en formación seria, que han vivido sus propias sombras y que saben sostener el proceso del otro desde el corazón y no desde el ego.

Y eso es lo que me llena de esperanza.

Porque si algo creo profundamente, es que las medicinas de la Tierra son una bendición para el ser humano. Son herramientas antiguas, vivas, que pueden abrir puertas inmensas. Pero necesitan ser sostenidas con verdad.Con raíces.

Puente con la ciencia

Investigaciones actuales sobre la ayahuasca y su potencial terapéutico

La medicina de la ayahuasca, ancestralmente utilizada por pueblos amazónicos, está siendo objeto de creciente interés en la comunidad científica. Diversos estudios han explorado sus efectos en la salud mental, la neurogénesis y la cognición.

Regeneración celular y neurogénesis

Investigaciones lideradas por la Universidad Complutense de Madrid han demostrado que componentes de la ayahuasca, como la DMT y las beta-carbolinas (harmina, THH y harmalina), pueden estimular la formación de nuevas neuronas a partir de células madre neurales. Este hallazgo sugiere un potencial en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. 

Salud mental y bienestar psicológico

Estudios realizados por ICEERS han observado que el consumo de ayahuasca en contextos controlados puede asociarse con mejoras significativas en síntomas de depresión y ansiedad, así como en la calidad de vida de los participantes. En particular, se ha reportado una reducción sustancial de la sintomatología psiquiátrica después del primer uso de ayahuasca, con efectos que persisten hasta seis meses. 

 Función cognitiva y memoria

Un estudio transversal con usuarios rituales de ayahuasca en Brasil encontró que el consumo prolongado de esta medicina se asocia con la preservación de la función cognitiva global y mejoras en la memoria de trabajo verbal y visoespacial. Estos resultados sugieren que el uso ritual y controlado de ayahuasca no deteriora las capacidades cognitivas y puede ofrecer beneficios cognitivos específicos.

Estos hallazgos científicos respaldan las experiencias personales y tradicionales con la ayahuasca, mostrando su potencial terapéutico en diversos ámbitos de la salud. Es fundamental que su uso se realice en contextos adecuados y con la debida preparación y acompañamiento.

Para más información y acceso a los estudios mencionados, puedes visitar el sitio web de ICEERS: ICEERS

Conclusión

La medicina es sagrada. Y la responsabilidad, también

La ayahuasca es una gran medicina.Una herramienta ancestral, profunda y transformadora que, usada con respeto, puede abrir caminos de sanación, claridad y despertar interior como pocas cosas en esta vida.

Pero como toda herramienta poderosa, puede ser usada bien o puede ser usada mal.Y eso hace toda la diferencia.

La medicina no es una moda ni una experiencia exótica. Es un espíritu vivo, que merece respeto, preparación y ética.

Es fundamental que quienes sienten el llamado a guiar procesos con ayahuasca lo hagan con una formación real, con experiencia propia, con un acompañamiento riguroso y con un compromiso total con la integridad.No basta con haber tomado. Hay que haber caminado.Y estar bien por dentro, emocionalmente, físicamente y energéticamente, para poder sostener a otros en ese espacio tan delicado.

También es importante comprender que no toda persona está preparada para este tipo de experiencia.Y eso está bien.Hay que saber decir que no. Hay que saber esperar. Hay que acompañar con cuidado.

Porque el trabajo con la medicina no es solo servir una toma.Es abrir un espacio sagrado.Es estar presente cuando el otro se rompe y también cuando florece.Es sostener desde el corazón y desde el silencio.

Por eso, más allá del entusiasmo, del interés o del impulso, lo que quiero dejar como cierre es esto:

La medicina de la Tierra es un regalo.

Pero como todo regalo sagrado, requiere de nosotros presencia, humildad y responsabilidad.

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